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Es importante empezar por la terminología, para estos casos, el ‘beneficiario’, también conocido por ‘peticionario’  será aquella persona que se encuentre en el exterior o que no sea ciudadano americano, que se encuentre solicitando a su pareja la posibilidad de obtener una residencia permanente en el país americano. El patrocinador, por su parte será el ciudadano, o residente en los Estados Unidos.

La inmigración en EEUU posee diferentes categorías de preferencia “Preference Categories”, en cada una de ellas existe un número determinado, y limitado, de visas que se pueden otorgar en un periodo de un año.

Sin embargo, cuando un ciudadano americano ‘solicita’ a su esposa este proceso se realiza de manera inmediata, sin cuotas ni trámites largos.  

Para esto, se necesita cumplir con dos condiciones:

  1. La primera que el “peticionario” haya entrado al país legalmente, es decir, tenga sellado su documento de identidad por parte de las entidades correspondientes.
  2. En segundo lugar,  la persona deberá estar presente físicamente en los estados unidos. Asimismo, dependiendo del cuando se casaron, y de la fecha de ingreso se puede hacer el “Concurrent Filing” que es la petición de familia inicial, así como también el ajuste de estatus, se le conoce como la I-485, con esta se puede solicitar un permiso de trabajo,  de viaje. 

Buscando evitar inconvenientes a la hora de solicitar la residencia e iniciar el trámite por el matrimonio, se recomienda esperar un periodo de noventa (90) días después de la entrada al país para contraer matrimonio, y pedir la residencia, de modo que se pueda justificar la entrada al país bajo argumentos convincentes.

De esta manera, es menester comprobar el estatus civil de la persona que busca adquirir la residencia, este punto se refiere a si se encuentra casado o soltero. Muchos usuarios tienden a pensar que los matrimonios no tienen validez fuera del país donde fue realizado, pues esto es errado, deberá divorciarse -si viene al caso- para poder casarse nuevamente en los EEUU y de allí, solicitar la residencia.  

Asimismo, otra condición importante debe ser cumplida por el ‘patrocinador’ es el Affidavit of Support, básicamente se trata de que este tiene que demostrar que puede apoyar económicamente al ‘beneficiario”, es decir, el residente original de los Estados Unidos se convierte en un fiador  para aquella persona en el país, es un contrato con el gobierno americano en el que se afirma que por los próximos diez años, o hasta que la contraparte sea ciudadano residente, el patrocinador será el máximo responsable económico del beneficiario.

En caso de no poseer los recursos económicos para hacerse cargo de la persona por tal periodo de tiempo, se puede remitir al Affidavit of Support, y solicitar que sea en conjunto, con otra persona residente legal en los Estados Unidos que sí posea los recursos necesarios. En la actualidad existe una guía específica que puede ayudar a dilucidar si la persona es apta o no, se consigue en línea y se llama “Poverty Guideline”.

Dentro de este ámbito, se debe aclarar que existe una diferencia primordial entre la solicitud de “pedir” a su pareja por parte de un ciudadano americano, en contraposición de un residente. Cuando la acción es realizada por el primero de estos, se erradican varios aranceles, es decir, el proceso se agiliza.

Si esta misma situación se ejecuta mediante un residente, la misma se transforma en una de Categoría 2-A, ese proceso dura un aproximado de dos años. Además, el solicitante deberá mantener una condición legal durante el tiempo que dure el proceso de petición. Esto significa, entre otras cosas, que debe permanecer en el país a lo largo del mismo.

Ahondando un poco más, se aclara que los matrimonios menores a dos años de duración al momento del día de la entrevista con inmigración, la persona recibiría una  residencia de dos años, no de diez como suele ser. Esto implica que noventa días antes de que culminen estos dos años, el beneficiario tiene que llenar y entregar el formulario I-751 para aspirar a adquirir un estatus permanente. A través de este proceso, se busca comprobar la continuidad del matrimonio, incluso mediante cartas de foráneos demostrando la veracidad del mismo, pago a tiempo de impuestos, cuentas bancarias en pareja, entre otras cosas de esa misma índole.

En caso de divorcio, no se podrá presentar la I-751, de hecho, y como dato de relevancia mayor, es importante saber que en caso de encontrarse en pleno proceso de divorcio, no importará la fecha de vencimiento de la residencia temporal por dos años. Esto significa que la presentación de la I-751, puede darse incluso dos años después de la fecha estipulada. Si se llegase a entregar el formulario mencionado durante el divorcio, será rechazada y solicitada nuevamente.

El tiempo promedio que existe, entre que se entregan los papeles y se otorga la fecha de la entrevista, suele ser de dieciocho meses si se encuentra la persona en el país, si el proceso se realiza por consulado, durará aproximadamente un año. No obstante, si la solicitud no la realiza un ciudadano americano, sino un residente, el tiempo aumenta a dos años.

En relación a los niños, es menester comentar que si son de otro matrimonio deben tener menos de 18 años al momento de la solicitud. Si, por su parte, son del mismo matrimonio la importancia radicará en que hayan cumplido los dieciocho antes de la boda.

Existen casos en los que se puede pedir la residencia para la pareja fuera de los Estados Unidos, esto se puede realizar a través del formulario I-130, si bien este permiso no es para obtener la nacionalidad, es para una residencia permanente, que consiste en el paso previo.

Para finalizar, conviene hacer mención del momento exacto en el que el beneficiario puede acceder a la ciudadanía americana. Luego de ser residente permanente durante cinco años se puede solicitar la nacionalidad. Sin embargo, si se está casado con una persona que ya posea la ciudadanía, el tiempo podría reducirse a tres años.

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