Un abogado de inmigración es el aliado perfecto para un inmigrante, estos profesionales pasan alrededor de siete u ocho años adquiriendo la experiencia necesaria para brindar una correcta asesoría, además de conocer a profundidad las leyes de inmigración americanas, que puede resultar complicadas y difíciles de entender para todo aquel que llega a Estados Unidos con ansias de una green card o visa de trabajo
Además de esto, son abogados especializados que se adaptan a su entorno y que están al día con cualquier cambio político que pueda surgir, cuestión que hemos evidenciado en repetidas oportunidades en los últimos meses con todos los programas para inmigrantes que busca garantizar el Gobierno estadounidense.
Es precisamente por lo maleable de la ley de inmigración que contar con un abogado preparado puede evitar problemas, frustraciones de más y equivocaciones que puedan perjudicar al inmigrante, además de estar al tanto y saber aprovechar todos los cambios que lo beneficien.
En algunos casos es posible que los propios interesados llenen documentos y archivos por ellos mismos, pero no siempre es así, hay procedimientos específicos que requieren representación legal.
Por supuesto, que alguien tenga el titulo de abogado no quiere decir que sea una persona correcta o que vaya a cumplir como debe, es muy importante que el inmigrante, no caiga en desesperaciones y haga un estudio minucioso de la firma en la cual buscaá asesoría.
Por ejemplo, si el abogado con el que se ha hecho enlace no contesta las llamadas telefónicas, no es sinónimo de confiabilidad. Es primordial que el abogado este a disposición del cliente, que conteste las llamadas a la brevedad posible (mínimo 24 horas) y este siempre atento y al tanto de su cliente.
Hay otros detalles a tomar en cuenta:
Nunca se guíe de la publicidad de una firma o un abogado particular.
Un sitio web, un anuncio de televisión o de páginas amarillas no podrá decirle demasiado sobre un abogado y su fiabilidad. La publicidad es sin duda una excelente estrategia, pero el cliente debe asegurarse de conocer al abogado primero. Acuerde una cita, haga preguntas, asegúrese de su capacidad y competencia para llevar adelante su caso.
El cliente jamás deberá sentirse intimidado por su abogado. Una cuestión es la educación y respeto y otra dejarse intimidar por quien está para ayudarle. Está bien dejar un espacio prudencial para que el abogado trabaje pero siempre es necesario hacer preguntas, ser parte del proceso, y entender cada término o acción legal. Recuerde que su futuro depende de él. Debe involucrarse.
La confianza es primordial, es importante que el cliente encuentre un abogado confiable. En Estados Unidos hay diversos sites donde se puede revisar la historia de un abogado y certificar que su historial este en orden. Abogados sancionados por el colegio de abogados, no son precisamente la primera o mejor opción.
Los pagos por hora. Estos no son precisamente los mejores. Una vez que un abogado hace un estudio, evalúa un caso, podrá determinar un precio fijo. Es mejor para el cliente, en especial en temas de inmigración, contar con una tarifa fija. Todo variará según el abogado pero siempre es bueno tener un precio estimado y que el abogado pueda brindarle al cliente diversas modalidades de pago.
La contratación de un abogado que teme ir a juicio. Un abogado litigante forma parte de los más respetados en los juzgados. Estos son conocedores de la ley, no tienen miedo, saben expresarse, tienen la capacidad de pensar con rapidez y reaccionar bien ante situaciones difíciles, además, y algo muy importante, son muy trabajadores.
La elección de un abogado que posee y administra su propia empresa.
Una firma de abogado es una excelente opción para un inmigrante, pero no cualquiera, si bien muchas son buenas, también son muy costosas. Es importante hacer un estudio minucioso de las opciones para elegir correctamente y lograr el éxito.
Convertirse en un ciudadano americano es el mayor sueño de todos aquellos que desean vivir en los Estados Unidos, y un buen abogado de inmigración puede ayudar a realizarlo.
No se puede olvidar que conseguir la ciudadanía puede tomar tiempo y puede resultar física y mentalmente agotador el proceso pero no hay duda de que será más fácil si hay un abogado de inmigración, al lado del interesado, haciendo el trabajo duro.
Nosotros en Beltran Brito LLP tenemos una larga experiencia asesorando y ayudando a los inmigrantes a comprender el laberinto que resultan las leyes de inmigración americanas, y por supuesto, guiándolos en el proceso de obtener una visa de trabajo o una green card.