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En Estados Unidos, el último jueves de cada noviembre, las familias se unen para una celebración en la cual el agradecimiento, es el protagonista. Agradecimiento a Dios y a la vida por tantas cosas buenas, por la familia, el trabajo, los logros y por todo lo bueno que puede encontrarse en medio de tantas adversidades. Es un día de unión al que se le conoce mundialmente como Thanksgiving.

¿Cómo se inició esta celebración?

Todo comenzó en 1620, cuando  peregrinos viajaron desde Inglaterra a las Américas en el popular barco Mayflower. LLegaron a Plymouth, un lugar que sería su escape de las constricciones de la Iglesia de Inglaterra y también de la pobreza. Estos podrían considerarse los primeros inmigrantes de Norteamérica.

En Plymouth habitaban los indios nativos de Massachusetts quienes para su alivio, los recibieron amistosamente. Los indios  compartieron con los peregrinos sus conocimientos sobre las cosechas en la tierra y les enseñaron a cazar y a curar la carne de los animales de la zona. Poco a poco la convivencia los unió.

 

Después de acabarse un invierno muy duro y al darse cuenta que contaban con una abundante cosecha que les ayudaría a enfrentar el siguiente, los peregrinos organizaron una gran cena. Sus invitados de honor fueron los indios nativos, con la misión de agradecerles su recibimiento y buen trato. Esta celebración, donde compartieron comida y bebida, duró varios días y se convirtió en la primera celebración de acción de gracias de la historia.

La celebración trascendió a las generaciones y actualmente es una jornada de agradecimiento por las cosechas y por todo lo que uno tiene en la vida.

¿Y cómo viven los inmigrantes el Thanksgiving? 

El 16% de la población de Estados Unidos está integrado por inmigrantes,  quienes en su mayoría, están abiertos a la cultura estadounidense, pero no dejan de lado sus raíces.

Muchos inmigrantes de origen latino consideran que el Thanksgiving es el “Día del pavo”, un día donde la familia estadounidense se sienta alrededor de un gran pavo, acompañado de puré de papas, salsa de arándanos, guisantes, maíz dulce y pie de calabaza; como una forma de agradecer y dar inicio a la Navidad.

Muchos latinos se han unido a la celebración, pero con algunas variaciones; por ejemplo: no todos hacen pavo si no gallina o pollo al horno. Otros optan por el pollo guisado con papas, arroz y ensalada (en diversos casos rusa: papa, zanahoria, remolacha, guisantes y mayonesa) 

Algunos se inspiran más con el pollo que con el pavo y realizan recetas muy familiares, como pollo al limón con tomate, cebolla y caldo.

Los mexicanos, siguen también la tradición americana, aunque no dejan de lado el chile frío con jalapeños y el pollo relleno de carne de res, todo esto al horno.

No se pueden dejar por fuera los inmigrantes que prefieren cocinar su comida tradicional los 364 días restantes y ese dedicarlo a la tradición del país que han hecho su hogar. Se sientan a cenar y a comer la típica comida de acción de gracias americana.

Solidaridad en Acción de Gracias

Lugares como el Mary’s Center dirigido por María Gómez, se dedican en este día, a atendar a las personas más necesitadas de Washington y reparten comida por Acción de Gracias entre las familias pobres.

Casi 70% de estas familias son hispanas y se les brinda una buena ración  de pavo, tortitas, verduras, arroz, papas… todo para que lo cocinen en sus propias casas o incluso se los dan preparados listos para cenar.

Ya sea con pavo o con pollo, la comunidad con mayor crecimiento de EE.UU. ha asimilado el día de Acción de Gracias como parte inevitable de su proceso de integración; nadie olvida sus raíces pero sí se unen a una tradición que merece la pena celebrar. 

Para ahondar un poco más en las diferencias entre un día de Acción de Gracias anglosajón y uno latino, resulta interesante el siguiente cuadro, tomado del sitio Panamá América.

¡Feliz día de acción de gracias para todos!